A propósito de todo, en Filipinas (también en el Sureste Asiático), miles de personas se movilizaron en Manila para exigir 'justicia' por un escándalo conocido como los “proyectos fantasma” de control de inundaciones, un esquema multimillonario en el que se habrían desviado fondos destinados a obras públicas inexistentes. El caso, que afectaría a un país de 116 millones de habitantes recurrentemente golpeado por tifones, involucraría a autoridades, legisladores y empresas constructoras. La indignación habría crecido desde que el Presidente Ferdinand Marcos anunció el escándalo en julio. Aunque recientemente fueron arrestados ocho funcionarios del Departamento de Obras Públicas y Carreteras, manifestantes reclaman que los “peces gordos” también sean procesados, argumentando que ssería 'imposible' que el fraude ocurriera sin conocimiento de altos cargos. Voces como la del Consejo Nacional de Iglesias insisten en que ddebería haber 'responsabilidad política real', en un país que tendría un amplio historial de impunidad, y donde funcionarios condenados por corrupción suelen evitar la prisión. El reporte continúa en desarrollo.
Inundaciones en el Sureste Asiático han derivado en más de 1000 muertos, y protestas relacionadas en Filipinas
noviembre 30, 2025
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Las lluvias torrenciales y ciclones que han azotado el sudeste asiático y Sri Lanka en los últimos días han derivado en un saldo devastador: más de 1.000 personas muertas y cientos desaparecidas. Indonesia figuraría como el país más afectado, con más de 500 fallecidos y más de 500 desaparecidos, tras el paso del ciclón Senyar que derivó en 'inundaciones catastróficas' y deslizamientos de tierra en Sumatra. Los equipos de rescate tendrían dificultades para llegar a zonas más aisladas, mientras militares y policías auxilian a las víctimas. En Tailandia, las lluvias excepcionales, catalogadas como una tormenta que ocurre “una vez cada 300 años”, han cobrado la vida de 176 personas, dejado incomunicada a gran parte de la región de Songkhla y llevado a la evacuación de pacientes y turistas. Sri Lanka, golpeada por el ciclón Ditwah, reportaba unos 355 muertos y 366 desaparecidos, con más de 25.000 viviendas destruidas y 147.000 personas refugiadas en albergues temporales. Voluntarios locales y organizaciones benéficas trabajaban contrarreloj para distribuir alimentos y suministros, mientras algunas familias permanecían atrapadas en techos sin electricidad ni comunicación.
Malasia también ha tenido afectaciones graves: al menos dos muertos y más de 11.000 personas afectadas en el estado de Perlis, donde los residentes habrían tenido que refugiarse en centros de evacuación tras el desborde de ríos y carreteras anegadas. El alcance de la emergencia habría superado la capacidad de respuesta en varias localidades, dejando carreteras colapsadas, servicios interrumpidos y comunidades incomunicadas. En toda la región, millones de personas enfrentarían inundaciones intensas y deslizamientos de tierra, mientras se trabaja para despejar vías, remover escombros y localizar a desaparecidos. La magnitud de estos fenómenos meteorológicos ha sido atribuida por meteorólogos a la interacción de sistemas activos como los tifones en Filipinas y la inusual formación del ciclón Senyar en el Estrecho de Malaca, complejizado todo por una especial vulnerabilidad de la región al cambio climático (mayormente atribuido, directa o indirectamente, a la acción humana). Mientras tanto, los afectados comenzaron a reconstruir sus hogares, enfrentando un escenario que, en palabras del presidente de Sri Lanka, “afecta al país entero por primera vez en su historia reciente”.
Vía: DW • AFP • AP • Reuters • Inquirer.net • CNN


