Los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias Farc del Frente 33 en el Catatumbo habrían vuelto a intensificarse en las últimas horas, dejando al menos siete muertos y varios heridos. Las confrontaciones se concentrarían en zonas rurales de difícil acceso como Filogringo, Vía Libre, Guachimán y 20 de Julio, donde los choques serían constantes desde enero, cuando estalló la crisis humanitaria en Norte de Santander. La comunidad señala que uno de los fallecidos sería alias Cuyo, presunto comandante del ELN en la región, aunque esta información aún no había sido confirmada de manera oficial. Fuentes en el territorio advirtieron que los grupos habrían dejado de enfrentarse de forma directa y ahora recurrirían 'casi exclusivamente' al uso de drones cargados con explosivos. Según se dijo, estas tecnologías habrían complicado la crisis, pues permitirían ataques furtivos (ocultos...), alterarían el movimiento de tropas y dificultarían la verificación externa.
Los cuerpos, al menos siete, habrían sido retirados por los propios grupos armados sin posibilidad de inspección institucional. Según el reporte, las casas abandonadas en estas veredas estarían siendo usadas como 'refugios temporales' para operar los dispositivos. Los análisis de campo indicarían que la disputa se centraría en corredores considerados estratégicos utilizados para el tráfico de droga y el abastecimiento de ambas estructuras. Paralelamente, en El Tarra se habrían conocido amenazas recientes atribuidas al ELN presuntamente dirigidas a líderes comunitarios y personas que habrían denunciado 'dinámicas violentas' en espacios locales. Tres de estos casos habrían sido catalogados como de “alta urgencia”, y las víctimas solicitaron ser evacuadas 'por miedo a represalias'. Aunque no se habrían registrado desplazamientos masivos recientemente debido a que los combates ocurrirían en puntos 'sin presencia civil', las intimidaciones habrían alterado la vida cotidiana en El Tarra. Dos personas ajenas a los grupos armados habrían sido trasladadas a zonas seguras con acompañamiento institucional, siguiendo protocolos similares a los aplicados durante otros episodios de tensión a comienzos de año.
En los sectores donde persistirían los choques, el Ejército mantendría presencia, pero la ofensiva mediante drones limitaría cualquier operación terrestre y las tropas quedarían expuestas durante los patrullajes, mientras que los grupos ilegales acudirían a estructuras abandonadas que facilitarían su ocultamiento. Ante esta situación, la respuesta militar se habría centrado en apoyo de fuegos, con explosivos lanzados desde obuses (tipo de arma de artillería más pequeña que dispara proyectiles explosivos a gran distancia y con trayectoria curva), en lo que pretendería frenar temporalmente los avances de los grupos. No obstante, los enfrentamientos se reactivarían una vez los grupos reorganizan sus posiciones. Y a propósito deel Catatumbo, la expersonera de Tamalameque (Cesar), Yennis Vanessa Salazar, habría sido rescatada tras nueve meses de secuestro por el ELN, luego de un megaoperativo militar y policial ejecutado ayer, 27 de noviembre, en El Carmen, Catatumbo. Todo habría iniciado en febrero, cuando su camioneta habria aparecido incinerada y los captores habrían exigido $15.000 millones, lo que llevó a su familia y a la comunidad a marchas y plantones hasta que una operación llamada Operación Thor la habría ubicado en una zona rural, donde habría sido liberada sin disparos y trasladada para reunirse con sus cercanos. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: El Heraldo • El Tiempo


