Enfrentamientos entre el ELN y las disidencias Farc continuarían complejizando la crisis humanitaria en la región del Catatumbo, en Norte de Santander. En medio de una escalada de violencia reportada en horas recientes, cerca de 250 campesinos habrían tenido que abandonar sus hogares y habrían llegado a ciudades como Cúcuta y Ocaña, buscando protección ante los combates armados. El Consejo Noruego para Refugiados (NRC) alertó además que alrededor de 6.000 personas estarían 'en riesgo de confinamiento o nuevos desplazamientos', especialmente en zonas rurales donde la presencia de actores armados se habría intensificado. Según su director en Colombia, Giovanni Rizzo, la población civil viviría con 'miedo permanente' y requeriría 'asistencia humanitaria urgente', incluyendo 'refugio seguro, alimentos, agua potable y medidas de protección'.
Las personas desplazadas provendrían principalmente de los municipios de Tibú y El Tarra, donde ya se habrían registrado desplazamientos previos, como el de al menos 11 familias de la vereda Mineiro, denunciados por la Defensoría del Pueblo. La situación sería particularmente compleja en Tibú, donde comunidades del corregimiento de Pachelly han advertido sobre un 'riesgo inminente' de 'confinamiento masivo', lo que habría llevado a organizaciones humanitarias a solicitar una 'respuesta inmediata' del Estado. Esto también afectaría a otros municipios del Catatumbo como Ábrego, Convención, El Carmen, Hacarí, Ocaña, Sardinata y Teorama. De acuerdo con estimaciones humanitarias, más de 200.000 personas habrían resultado afectadas por el conflicto armado en la región en lo que va del año, lo que obligaría a cientos de familias a pasar la Navidad lejos de sus hogares, 'marcadas por la violencia y la incertidumbre'.
A propósito de esto, según Inteligencia Militar, la reciente ola de violencia presuntamente estaría dirigida por tres mandos del ELN identificados con los alias de 'Óscar', 'Arbey' y 'Satélite', señalados como 'responsables directos' de ataques armados que han provocado desplazamientos y confinamientos en varios municipios de esta región fronteriza con Venezuela. Estas acciones harían parte de una estrategia del ELN para afianzar control territorial sobre un corredor considerado estratégico, tras intensificar una disputa armada con estructuras disidentes de las antiguas Farc. El recrudecimiento del conflicto generaría una crisis humanitaria grave, con 'comunidades rurales confinadas, restricciones a la movilidad y riesgos para la seguridad alimentaria'. Mientras organizaciones de derechos humanos solicitan al Gobierno Nacional y a los actores armados 'retomar' los diálogos de paz, las autoridades anunciaron la preparación de operaciones militares contra estas estructuras, que también responderían a órdenes de alias Silvana, por quien se ofrece una recompensa superior a $1.600 millones. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: El País (Cali) • Noticias RCN


