El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, en prisión preventiva desde ayer sábado, negó que intentara fugarse al quemar su tobillera electrónica y atribuyó su comportamiento a un episodio de “paranoia” y “alucinaciones” presuntamente provocadas 'por la mezcla' de medicamentos. Bolsonaro pasó su primera noche detenido en la sede de la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia, luego de que la Corte Suprema determinara que existía un “riesgo de fuga concreto” y una “amenaza al orden público” por el incidente con la tobillera. Hoy Bolsonaro se presentó ante una audiencia de control de detención y habría recibido la visita de sus abogados, médicos y su esposa, Michelle Bolsonaro, quien permaneció dos horas. Durante unos instantes, Bolsonaro se habría dejado ver en la entrada para despedirse de su esposa, aunque nunca salió del edificio, según reportó EFE.
En la audiencia, se habría sometido a las preguntas de una jueza auxiliar del magistrado del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, relator del proceso por Golpe de Estado y quien ordenó su ingreso en prisión preventiva. La orden se habría basado, entre otras razones, en la confesión del exmandatario de haber quemado la tobillera electrónica con un soldador, dispositivo impuesto por el Supremo semanas atrás para controlar sus movimientos. Bolsonaro, de 70 años, indicó que sus acciones se habrían debido a 'los efectos colaterales' de mezclar pregabalina y sertralina, medicamentos que tomaría para crisis de ansiedad, hipo y vómitos derivados de la puñalada grave sufrida en la campaña electoral de 2018. Dijo que no dormiría bien, estaría “alucinado” y en un estado de “cierta paranoia”, creyendo que la tobillera contenía 'un sistema de escucha'. Así las cosas, Bolsonaro habría manipulado el aparato desde la tarde del viernes hasta la medianoche, cuando se habría activado una alerta a las autoridades, aunque negó cualquier intención de fugarse.
Ante la situación, un equipo médico evaluó al exmandatario, constatando que su estado era “estable”, pero suspendió la prescripción de uno de los fármacos que podría haber provocado su 'confusión mental'. Con base en esto, su defensa solicitó al Supremo una prisión domiciliaria “humanitaria”, argumentando que la tentativa de romper la tobillera se habría debido al 'estrés, edad avanzada y uso de medicamento', y que cualquier fuga sería 'imposible' debido a una vigilancia constante en su residencia. El Supremo analizaría la orden de prisión dictada por De Moraes a partir de mañana, aunque los especialistas jurídicos consideran que el arresto estaría 'justificado'. La detención de Bolsonaro se produjo en vísperas de que se ejecute la condena de 27 años de cárcel por liderar una conspiración golpista (intento de Golpe de Estado) tras perder las elecciones de 2022 frente al hoy presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Este no sería el primer indicio de fuga, ya que investigaciones previas habrían revelado supuestos intentos de asilo a Argentina y un 'breve refugio' en la Embajada de Hungría, mientras que recientemente otro condenado por golpismo, Alexandre Ramagem, habría huido 'de manera clandestina' hacia Estados Unidos. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: DW • EFE • AFP
