Los 26 integrantes de la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor, encontrados el 22 de noviembre en un hotel de Yarumal (Antioquia) fueron enviados a Estados Unidos tras una semana de gestiones entre el Icbf, Migración Colombia y las embajadas de Estados Unidos, Canadá y Guatemala. El grupo, 17 menores y nueve adultos, habría sido localizado en 'condiciones precarias', lo que habría motivado la activación inmediata de protocolos de verificación sanitaria, documental y de protección por parte de las autoridades. El comandante del Gaula Militar del Oriente, Juan Pablo Rodríguez, dijo al periodista Julio Sánchez Cristo que la intervención habría sido producto de inteligencia y seguimientos previos: Migración Colombia, el Icbf y el Gaula Militar habrían coordinado la entrada al hotel donde hallaron a 17 menores y nueve adultos en “condiciones de salubridad no tan favorables”. Rodríguez recordó además que el grupo ya registraría antecedentes internacionales por presuntas vulneraciones contra menores, lo que habría aumentado la gravedad.
Cinco de los menores, de origen estadounidense, tenían circular amarilla de Interpol por 'riesgo de desaparición y trata de personas', información que habría llevado a activar alertas internacionales y a articular acciones con agencias externas. La directora de Migración Colombia, Gloria Arriero, habló de la articulación institucional, pero también señaló que aunque algunos menores habrían ingresado acompañados por adultos, ninguno de ellos contaría con custodia legal vigente, por lo que la intervención habría sido necesaria 'para garantizar su protección'. Las autoridades determinaron que, aunque no se habrían hallado señales recientes de abuso físico, la comunidad habría pretendido asentarse 'de manera permanente' en Antioquia; antecedentes en Guatemala, Estados Unidos y Canadá (incluyendo denuncias por presuntos matrimonios infantiles, abusos sexuales y traslados ilegales de menores) habrían hecho que las señales de alarma fueran aún mayores. Rodríguez mencionó que los miembros del grupo habrían llegado a Colombia 'por rutas distintas', ingresando legalmente por los aeropuertos de Cartagena y Medellín, situación que habría limitado inicialmente la actuación penal en territorio nacional.
Tras las gestiones, Estados Unidos habria acogido a los 17 menores, que iniciarían en Nueva York su proceso de restablecimiento de derechos con una entidad aliada del Icbf, mientras que los nueve adultos fueron expulsados de Colombia y quedarían sujetos a los procedimientos administrativos y judiciales que correspondan en sus países de origen. Migración Colombia indicó que, por no haberse cometido delitos en el país y por el ingreso legal por aeropuertos, la ley colombiana no habría tenido medidas penales inmediatas contra los extranjeros en ese momento. Las autoridades calificaron el operativo como 'un logro' de la coordinación interinstitucional e internacional para desactivar la presencia de Lev Tahor en el país e impedir la posible creación de una nueva colonia 'que pusiera en riesgo a más menores'.
Vía: Blu Radio • Revista Cambio


