El Congreso hundió el proyecto de reforma tributaria del Gobierno Nacional, una iniciativa con más de 90 artículos que habría pretendido recaudar $16,3 billones para financiar el Presupuesto General de la Nación de 2026, fijado en $546,9 billones. Las Comisiones Económicas Conjuntas retomaron el debate tras semanas de estancamiento por la ruptura de cuorum (presencia necesaria...) en la Cámara, pero finalmente la ponencia positiva fue negada por nueve votos contra cuatro en la Comisión Cuarta del Senado. Durante la sesión, en la que estuvo presente el ministro de Hacienda Germán Ávila, se habrían aprobado asuntos procedimentales y se habrían negado impedimentos antes de escuchar a congresistas del Pacto Histórico. Estos defendieron la reforma asegurando que el país 'necesita los recursos para cubrir obligaciones' como deuda pública, Sistema General de Participaciones (SGP) y pagos a pensionados. No obstante, los sectores de oposición no intervinieron en el debate, y el trámite avanzó directamente hacia la votación que selló el hundimiento definitivo.
Tras esto, el Presidente Gustavo Petro reaccionó en su cuenta de X, calificando la decisión como producto del “odio político”. Además, que hundir la Ley de Financiamiento, por segunda vez, pondría 'en riesgo' la estabilidad fiscal del país y afectaría especialmente 'a la población más pobre'. Según el mandatario, negar la reforma impediría capturar “utilidades de los megarricos” que, a su juicio, se habrían beneficiado del'encarecimiento de la deuda pública'. Petro advirtió que la decisión tendría 'consecuencias inmediatas' y que, si la crisis fiscal no es cubierta por quienes tienen más recursos, recaería sobre las familias más vulnerables. Y acusó al Congreso de presuntamente actuar por “egoísmo social” y señaló directamente a algunos legisladores por, según él, 'proteger intereses privados antes que el bienestar general'. También mencionó que en noviembre ya había alertado que hundir nuevamente una ley de financiamiento podría llevar al país a una 'situación de emergencia fiscal'.
Este miércoles, 10 de diciembre, Petro reactivó la idea de una Asamblea Constituyente tras el archivo de la tributaria, calificando la decisión como “suicida” y acusando a algunos congresistas de actuar por “extorsión”. Anunció que el “comité por la constituyente” radicaría un proyecto de ley ante el próximo Congreso como su último acto de gobierno, mientras su administración evalúa alternativas fiscales (incluida una eventual emergencia económica) que pretendería cubrir el presupuesto de 2026, en un escenario donde no es la primera vez que menciona una vía constituyente, incluida la propuesta previa de una “octava papeleta” en las elecciones de 2026.
En contraste, la oposición sostiene que la reforma hubiese sido 'perjudicial' para la ciudadanía. El abogado y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella dijo Colombia “no necesita más impuestos” y propuso alternativas como 'reducir y optimizar' el tamaño del Estado, impulsar un 'aprovechamiento responsable' de recursos naturales y 'fortalecer' sectores productivos 'sin aumentar la carga tributaria'. Con el hundimiento de la reforma, el gobierno quedaría sin los $16,3 billones proyectados y debería buscar una vía legal o fiscal para cubrir el faltante, ya sea mediante un nuevo proyecto, acuerdos políticos o ajustes presupuestales. Aunque no habría un aumento inmediato de impuestos, el Ejecutivo estaría obligado a definir alternativas de recaudo o recorte, mientras que el debate económico y político continuaría abierto en las próximas semanas. El reporte continúa en desarrollo.
Vía: El Colombiano • Infobae • La Silla Vacía


